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Francia Márquez, una lideresa camina hacia la vicepresidencia de Colombia

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Colombia celebrará el ballotage el próximo domingo. Las encuestas de intención de voto realizadas antes de la primera vuelta ubicaban en lo más alto a la fórmula de Gustavo Petro y Francia Márquez, primera mujer afrodescendiente y lideresa social que tiene la oportunidad de llegar a un cargo tan importante como la vicepresidencia. ¿Por qué su candidatura supone una ruptura en las maquinarias y en el juego político tradicional? ¿Qué poder se disputa el 19 de junio en el país latinoamericano? ¿Cuál será el resultado?


En un país como Colombia, gobernado siempre por la derecha, con una guerra civil que no cesa y con enormes desigualdades, pocos y pocas se han atrevido a alzar la voz por los y las nadies. Un concepto del escritor Eduardo Galeano que resuena con las minorías, con aquellas personas que fueron abandonadas sistemáticamente y que nunca se tuvieron en cuenta ni por el Estado ni por ningún otro actor.

La candidata Francia Márquez no fue la primera en pronunciar el concepto, pero sí en convertitlo en lema. Durante su campaña a la presidencia, que concluyó con miles de adherentes a la votación de coalición, Márquez expresó: "Saludo a los nadies y a las nadies de Colombia. Esos que nos acompañaron desde las montañas, desde las llanuras, desde los barrios. Saludamos a los hombres, a las mujeres, a los pueblos étnicos, a la comunidad diversa LGBTIQ+, a los niños y niñas, a todos los colombianos y colombianas que apuestan a un país justo, a una Colombia equitativa, a una Colombia igualitaria, en paz, antirracista, antipatriarcal y anticlasista".

Pero sí es la primera mujer afrodescendiente y lideresa social que tiene la oportunidad de llegar a un cargo tan importante como la vicepresidencia compartiendo fórmula de Gustavo Petro en el Pacto Histórico, una coalición progresista y partidaria de izquierda creada para derrotar a la derecha y a la “política tradicional”.



De acuerdo la última encuesta de intención de voto realizada por el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), la fórmula Gustavo Petro - Francia Márquez lidera con un 48 por ciento. En segundo lugar, y con menos de la mitad de puntos, se ubica Rodolfo Hernández, "el Donald Trump colombiano", según tituló el medio CNN. Para no ir a un ballotage, será necesario superar el 50 por ciento de los votos.



Francia Márquez nació en una vereda, que no supone más que un territorio alejado y campestre, de difícil acceso, en el departamento del Cauca, uno de los que territorios con los índices más altos de violencia, secuestro y asesinato contra lideres y lideresas sociales.

Su discurso se fue formando en la militancia a favor del ambiente con su clara postura en contra de la minera y en defensa de los territorios, en múltiples plantones y en mesas de discusión, que en Colombia se han convertido en una de las disputas más importantes después de la firma del acuerdo de Paz en la Habana.

En 2018 ganó el premio Goldman, que reconoce al activismo ambiental y que le dio reconocimiento internacional. Justo lo que necesitaba para amplificar su voz y la de todas las personas que creen en su proyecto político. En una entrevista con un medio local, Márquez mencionó que en su territorio “la gente no tiene agua potable, tiene que esperar a que llueva para tomar agua o tiene que ir hasta el río". Además añadió que "los niños no tienen acceso a educación de calidad. La gente ha sido desplazada por el conflicto armado y hoy están en los cordones de miseria de las grandes ciudades viviendo muy mal”.

Desde el inicio de su carrera política, a inicios del 2000, se opuso a la minería ilegal, que además de causar un gran daño ambiental, también es otra causa más de la violencia y la exclusión de los territorios apartados. En el 2009 se comenzó a hablar de ella cuando se opuso a la entrega de títulos mineros a la empresa Anglogold Ashanti interponiendo una acción de tutela en la Corte Constitucional. En 2014, caminó desde el Cauca hasta Bogotá para pedir que retiraran las maquinarias en una explotación en el territorio que su comunidad ha ocupado desde 1600.



Por eso, es que el lema de su campaña es volver a traer la dignidad al vocabulario de los y las colombianas. Una dignidad que “nazca de la paz, de un programa que tiene como punto principal la consecución de esa paz; para poder ser una potencia mundial, para poder vivir sabroso”. Este último es un concepto nuevo, que nunca se había usado en ninguna otra campaña política y que supone un "buen vivir" (contemplado como Derecho Fundamental por primera vez en la Constitución ecuatoriana en su artículo 14).

Además, Márquez añade ingredientes nuevos y complejos a todas las discusiones que se están teniendo en este momento en el país. Por ejemplo, en todos los debates presidenciales previos a la primera vuelta, la candidata habló sobre el racismo sistemático que se vive en Colombia. Es más, en un intercambio reciente entre una cantante de música popular la comparó con King Kong, lo que generó varias acciones políticas y penales del lado de la campaña de Márquez. Además, ha hablado sobre el machismo en un país patriarcal, sobre la desigualdad, la falta de oportunidades y las consecuencias de la violencia sostenida durante tanto tiempo.


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“En este país es de valientes hacer política, porque a mucha gente le termina costando la vida. Hemos aprendido a hacerla desde la violencia y eso tiene que cambiar”, dijo la candidata en una entrevista con el periodista Yamit Amat, y afirmó que su campaña ha sido tan atacada porque los sectores políticos tradicionales “no toleran que pueda llegar a un cargo político alguien que pudo haber sido su empleada de servicio doméstico”.

El sábado pasado, mientras Francia daba un discurso en la Plaza de los Periodistas, en Bogotá, un comando de escoltas la protegió tras ser apuntada con un láser en su cabeza. Inmediatamente se activaron protocolos de seguridad para garantizar la integridad de la candidata. Si bien el joven que cometió el acto se presentó ayer ante la Fiscalía General aludiendo que no midió las consecuencias, el hecho se enmarca en un clima social tenso cargado de violencia, amenazas e intimidaciones.



La candidatura de Francia Márquez supone una ruptura en las maquinarias y en el juego político tradicional. Desde su quehacer cotidiano, Márquez ha demostrado que se encuentra a favor de las minorías, de las mujeres, madres solteras, jóvenes que no ven oportunidades, comunidades LGBTIQ+ y todas las personas en situación de pobreza, que suman ya, de acuerdo a datos del Departamento Nacional de Estadísticas, más de 7 millones.

Para la candidata, mantenerse en pie, militando y sobre todo, viva, a pesar de las múltiples amenazas que recibe y ha recibido durante toda su carrera, ha sido uno de sus mayores logros, y por eso resuena con tantas personas, que ven en este proyecto político la posibilidad de tener representación en las esferas más altas de poder. Algo que nadie pensó que iba a pasar jamás.


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