La Selección Argentina enfrentará esta noche a Venezuela en el último partido de la fase de grupos de la Copa América Femenina que se está jugando en Colombia. Hasta ahora, las jugadoras perdieron en el primer encuentro con Brasil, pero luego se recuperaron y le ganaron por goleada tanto a Perú como a Uruguay en los encuentros de la semana pasada. En este torneo, el seleccionado se está jugando su posibilidad de ir a Mundial Australia-Nueva Zelanda 2023 y a los Juegos Olímpicos de París 2024.
Aún cuando la emoción por lo que está sucediendo es mucha, los resultados de los partidos no tienen ni un poco de la repercusión que tiene el fútbol masculino en los medios. ¿Por qué son tan pocos los portales que informan sobre los partidos de la Selección? ¿Qué pasa con la profesionalización del fútbol femenino?
En Argentina, el 55% de las mujeres futbolistas de primera división son profesionales, pero sus sueldos no llegan ni al 2% de lo que ganan los varones. Según la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), el sueldo básico equivale al contrato que recibe un jugador varón de la Primera C (la categoría más baja del fútbol profesional masculino). Es decir, alrededor de 37 mil pesos brutos.
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La Organización de las Naciones Unidas compartió estos datos en las redes sociales y muchos de los comentarios hicieron referencia a que las mujeres "no juegan tan bien al fútbol" o que "ganan lo que producen". Es decir, hacían alusión a que el fútbol masculino genera más dinero que el femenino y que allí radica la diferencia en los salarios.
¿Cuál es el problema con esta lógica? Para empezar, que el sueldo debería ser equitativo. No sólo tiene que ver con cuántas personas van al estadio o cuánto merchandising se venda, sino con la dedicación que las y los jugadores le ponen al deporte. Por otro lado, los salarios bajos hacen que muchas mujeres tengan que buscar trabajo en otras áreas para poder tener un ingreso acorde a sus necesidades y, por lo tanto, tengan que hacer un gran esfuerzo para mantenerse en los equipos.
Además, la prueba de que el problema no está en el juego de las futbolistas se hace evidente cuando finalmente se logra visibilizar el deporte femenino. Sin ir más lejos, en marzo de este año, el Camp Nou se llenó de personas para ver a las jugadoras del Barcelona. Más de 90 mil espectadorxs celebraron el 30 de marzo los triunfos de la temporada pasada: Copa de la Reina, Liga y Champions. Entonces, se hace evidente que no es que las personas no quieran ver fútbol femenino, sino que ni los clubes ni los medios de comunicación buscan poner el tema en agenda.
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Si bien el fútbol femenino en Argentina es profesional desde el 16 de marzo de 2019, todavía falta mucho camino por recorrer. Actualmente, sólo 5 de los 21 equipos de la primera división tienen más de 20 jugadoras profesionales: Boca, River, San Lorenzo, Racing y Gimnasia de La Plata. Como dice Melisa García, presidenta y fundadora de Abofem Argentina, hay una igualdad aparente pero una desigualdad histórica y estructural que persiste.
Como dijeron desde ONU Mujeres Argentina: "Eliminar la brecha salarial de género es esencial para promover un deporte equitativo, inclusivo y diverso, para que todes quienes quieran desarrollar una carrera deportiva puedan hacerlo sin barreras y sin violencia".