La Asociación Ciudadana por los Derechos Humanos (ACDH) fue seleccionada por ONU Mujeres para desarrollar un proyecto de empoderamiento dirigido hacia grupos vulnerados que padecen diversas formas de violencia, y específicas en cada grupo.
El proyecto Maravilla de mujeres contra la violencia ya se puso en marcha, es de alcance nacional y capacitará a 950 mujeres cis, trans, personas no binarias, mujeres migrantes y mujeres con discapacidad en el trabajo de empoderar desde una perspectiva feminista e interseccional de derechos humanos y educación popular, a mujeres de grupos altamente vulnerados dotándolas de información, herramientas y estrategias para prevenir o hacer que otras mujeres pertenecientes a estos colectivos en riesgo accedan a una atención adecuada y oportuna atendiendo a problemáticas como violencia género, intrafamiliar, en la comunidad, explotación sexual, laboral y trata.
“Con los tres colectivos de mujeres migrantes, mujeres con discapacidad y de la diversidad sexual venimos trabajando desde hace muchísimos años. Tratamos de colaborar y de atender las situaciones de violencia que padecen haciendo también que funcionen las instituciones del Estado responsables de su atención y del acceso a la justicia. Estamos muy contentas de haber sido honradas por ONU Mujeres”, destacó María José Lubertino, presidenta de la Asociación Ciudadana por los Derechos Humanos.
Violencias y vulneración de derechos: ¿Dónde pedir ayuda o acompañamiento?
Cada grupo con sus particularidades, requiere de atención específica. La experiencia de personas lesbianas, gay, bisexuales, trans e intersex frente a la violencia es de naturaleza muy diversa. En general se desprende los discursos de odio dirigidos a esta comunidad en distintos contextos, incluyendo en debates públicos, manifestaciones en contra de eventos organizados por personas LGBTI, como las marchas del orgullo, así como en medios de comunicación y en Internet.
Según los registros de violencia contra la población Travesti-Trans, la expectativa de vida de las personas trans es de 35 años y el 80 por ciento de ellas ejercen la prostitución. En 2021, el 55 por ciento de las muertes se produjeron por enfermedades tratables. Por otro lado, de acuerdo datos de 2021 de la Fundación Huésped y ATTA (Asociación de Travestis, Transexuales y Transgénero de la Argentina), 7 de cada 10 personas encuestadas evitó realizar consultas sobre salud sexual, más de la mitad indicó que abandonó su hogar en la adolescencia y 6 de cada 10 sufrieron abuso sexual alguna vez en su vida.
En consonancia con esta situación, otro factor de desigualdad es la condición de migrante que afecta de manera diferente a las mujeres. Según UNICEF, están expuestas a riesgos y vulneraciones de sus derechos humanos tanto en su país de origen como durante el proceso de movilidad. Entre los mayores riesgos se encuentran la discriminación y la violencia por motivos de género, la trata de personas, especialmente con fines de explotación sexual y laboral, desempleo, pobreza, mendicidad, malnutrición, falta de acceso a comida o medicinas, entre otros. Estos riesgos se exacerban si se encuentran en situación irregular. Las niñas y adolescentes representan alrededor del 20 por ciento del flujo de movilidad humana femenina de la región latinoamericana.
Por otro lado, enfrentan mayores barreras de acceso a derechos y servicios de salud sexual y reproductiva, educación, vivienda y trabajo debido a la falta de documentación, xenofobia, trámites administrativos engorrosos, dificultades en reconocimiento y homologación de títulos educativos, falta de información, e inseguridad en las rutas de tránsito.
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Respecto a las mujeres con discapacidad, en su mayoría se enfrentan a dificultades tanto en la esfera pública como en la privada. Por ejemplo, a obstáculos en el acceso a una vivienda adecuada, así como a los servicios de salud, educación, formación profesional y empleo, y tienen más posibilidades de ser internadas en instituciones por lo que los derechos de acceso a la salud específicos para cada discapacidad es central. Por otro lado, sufren desigualdades en la contratación, las tasas de ascensos, la remuneración por igual trabajo, el acceso a actividades de capacitación y reciclaje profesional, el crédito y otros recursos productivos, y rara vez participan en los procesos de toma de decisiones económicas.
Por estas y otras razones que requieren atención urgente es que el trabajo de Maravilla de mujeres se realizará a través de talleres en los que se brindarán conocimientos y formación sobre cómo abordar y enfrentar las diversas maneras en las que se manifiesta la violencia de género. Sumado a ello se profundizará la investigación sobre violencias y riesgos de los grupos que son protagonistas del proyecto desde sus propias voces y se sistematizarán aprendizajes. La finalidad es delinear planes de acción/incidencia para cada colectivo. Este proceso, a su vez, posibilitará el diálogo y diseño de protocolos de acción específicos en conjunto con el Estado Nacional.
Otras de las organizaciones aliadas y de apoyo son AMUMRA (Asociación de Mujeres Unidas Migrantes y Refugiadas de la Argentina), ATTTA, APPA (Asociación de Polio y postpolio de la Argentina), Multisectorial Federal de las Mujeres y Disidencias, Red de Observatorios de derechos de las personas con discapacidad, Liderar Mujer y Red de Mujeres para la Justicia.