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Se siente, se siente: ¿aborto legal en 2020?

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La lucha por la legalización del aborto se ganó un lugar protagónico en la agenda de la sociedad argentina. En parte, porque la juventud feminista se hizo cargo de la conquista definitiva de este derecho que adeuda la democracia, y a su vez, hubo un gobierno que logró comprender las movilizaciones masivas de aquel momento y asumir un compromiso con quienes sostienen el reclamo hace años. ¿Cuáles fueron las claves para que este reclamo se mantuviera en la agenda pública? ¿Qué papel jugó la juventud para que eso sucediera? ¿Cómo es el plan de los 1000 días que acompañará al nuevo proyecto? ¿En qué consiste la incorporación de la objeción de conciencia en el artículo 10 de la Ley? 

Foto de portada: Miela Sol PH

Sale o sale

Actualmente la escena pública está atravesada por un clima que aparenta ser esperanzador. Las redes se tiñen de verde y las calles extrañan la masividad. Hay un presentimiento que da la sensación de estar muy cerca de por fin conquistar el derecho al aborto, así lo manifiesta Estefanía Cioffi, médica referenta de la Red de Profesionales por el Derecho a Decidir y de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, en diálogo con este medio: “Ser protagonista de la historia, estar haciendo nuestra propia historia, esa es la sensación más significativa de estos días”.

El 2018 quedo marcado como un punto de quiebre en la lucha por el aborto legal. “Ese año no conseguimos la ley, pero logramos la despenalización social, instalamos nuestra agenda y ganamos el debate simbólico”, sostiene a Feminacida Mónica Macha, diputada nacional por el Frente de Todos. Dos años después, el derecho por el aborto legal sigue apoderándose de la agenda publica. Tal como destaca Victoria Tesoriero, subsecretaria de Asuntos Políticos de la Nación, la clave para que esto ocurra es “estar organizadas y pensar todo el tiempo como generar hechos políticos para mantener la temática vigente”. En este sentido, la funcionaria agrega que la juventud jugó un rol fundamental en los últimos años organizándose y sumándose a la lucha en las calles.

“En 2018, fue una sorpresa la salida masiva de pibis a la calle, eso dio una impronta festiva distinta y una esperanza de futuro muy grande”, recordó Cioffi. El revuelo fue tal que despertó nuevas sensibilidades e inquietudes expandiendo así el movimiento. Candela Wierna, de 18 años, fue una de las tantas jóvenes que se sumaron a la marea verde, y a raíz del pasado debate en comisiones comenzaron a averiguar sobre el feminismo y el aborto. “Ahí descubrí la idea de que la mujer no tenía porqué ser madre y de repente, si quería serlo, podía elegir cuándo y con quien”, agregó la ex alumna de una escuela secundaria de la localidad matancera de Ciudad Evita. “Formar parte de esta ola es saldar una deuda con las que no están, es por ellas del pasado, pero es para ellas del futuro. Estamos asegurando la vida de las que quedan y de las que vienen. A aquellas feministas que plantaron la idea y generaron una ola que cada vez crece más, les diría gracias. Es gracias a ellas nuestra libertad”, concluye. 

Una de las tantas pioneras en las que pensamos a la hora de agradecer nuestra lucha es Martha Rosemberg, fundadora de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Consultada por Feminacida comenta: “Tomen como posibilidad un legado que les construimos a partir de la lucha por la emancipación de las mujeres y reconozcan, ejerzan y aprópiense del derecho por el aborto legal voluntario”.

Crédito: Victoria Eger

1000 días para maternar con cuidados

En las exposiciones del lunes Elizabeth Gómez Alcorta, ministra de las Mujeres, Género y Diversidad, analizó el Plan de los 1000 días. Lo presentó como un proyecto estratégico porque establece como política de Estado la prioridad del cuidado de la salud integral durante el embarazo y la primera infancia. “Toda mujer o persona gestante que cursa un embarazo tiene que contar con un Estado presente. El objetivo es que ninguna mujer se sienta sola en ese momento vital y que si se encuentra en alguna situación de vulnerabilidad social, no considere la interrupción del embarazo, ya que nadie debe estar obligado a hacer algo que no quiera”, sostuvo. 

Al respecto, Dora Barrancos, investigadora, socióloga e historiadora feminista, mencionó en una entrevista con Revista Sudestada que “de algún modo le da tranquilidad a las personas pro-natalistas en el que el Estado no va a abandonar a las personas gestantes que, aun en situaciones muy graves, deciden llevar adelante embarazos”. “Es nuevamente el Estado de bienestar social el que toma erguimiento. Porque el Estado tiene que proteger a la niñez y al nacimiento y crecimiento humano por lo menos hasta los tres años, con recursos para su posibilidad de desarrollo”, agregó.

La objeción de conciencia: ¿estrategia o barrera?

A su vez, Barrancos mencionó la estrategia del poder ejecutivo de incorporar la objeción de conciencia al proyecto actual, aspecto que había conseguido consenso en las discusiones del 2018. En este sentido, Estefanía Cioffi, destaca los límites que se presentan en este articulado: “La objeción se presenta como una objeción individual, no puede ser una institución la que niegue la interrupción. Además, solo pueden objetar personas directamente vinculadas a la práctica”. Para ella y para la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito “la objeción siempre funciona como una barrera, tenemos evidencia histórica de eso”.

De todas maneras, según aseguró Barrancos a la periodista Micaela Arbio Grattone, “es una especie de desacato a la tradición liberal y filosófica en otro sentido, porque las instituciones no tienen conciencia. Tendrán tradiciones, directivos progresistas o conservadores, pero la institución no puede tener conciencia. Eso es facultad de las personas”.

“Haremos todo lo posible para que en la implementación de la Ley, la objeción se restrinja lo más posible y no se haga abuso de esa objeción de ‘práctica’, como le diría yo, ya que quienes garantizamos la interrupción voluntaria del embarazo legal actual, trabajamos a pura conciencia”, plantea Cioffi. 

Tal como mencionó Natalia Gherardi en el Congreso, directora ejecutiva del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género, “el proyecto no penaliza la objeción de conciencia, penaliza la obstrucción en el acceso al derecho. No permite militar el incumplimiento de los derechos y así protege la libertad de conciencia que es individual, íntima, profunda y que obedece a razones personales”.

Es urgente

Mientras miles de mujeres ponen en riesgo su vida por abortar en la clandestinidad, un diputado del grupo antiderechos expresa en el Congreso su preocupación por que se debata la legalización del aborto en vísperas de navidad. ¿Será que la  inmaculada concepción de María cobra más importancia que los propios cuerpos gestantes? 

Mónica Macha declara sobre la insistencia de aquel bando en los argumentos que “siguen pregonando el tutelaje sobre las personas con capacidad de gestar”. “Encuentro mandatos sociales y arbitrarios que quieren convertir en modos naturales, como si no fuera posible la transformación, la libertad, la igualdad. Hay un punto crítico que es el desinterés por personas que mueren o quedan con mutilaciones o lesiones”, desarrolla la diputada.

A pesar de lo que el bando celeste considere, los derechos de las personas gestantes no pueden postergarse, así lo explica Martha Rosemberg al enfatizar la particular necesidad actual de despenalizar y legalizar el aborto: “Es un derecho urgente hace muchos años y en estos momentos mucho más. Las medidas de aislamiento y la situación económica penosa hace que sea todo mucho más difícil. Esta todo puesto en situación de urgencia y las necesidades de disponer de practicas de aborto legal, seguro y gratuito, se acentuaron en pandemia”. Por lo tanto, se manifestó con alegría al enterarse que Alberto Fernández había presentado su proyecto posibilitando la discusión sobre el derecho al aborto. 

De igual modo, la diputada Macha estima: “Llegamos mejor paradas y parados, con un gobierno popular queriendo aborto legal, con un presidente que por primera vez en la historia redactó y envío un proyecto de legalización”. Es por eso que considera que esta vez contamos con la fuerza de la voluntad política. ¿Brindaremos el 31 a la noche por el derecho conquistado?


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