Foto de portada: Catalina Filguiera Risso
La lucha por el aborto legal es, entre muchas otras cosas, una revolución enunciativa por el derecho a decidir. Una vuelta a lo básico: quién habla, qué dice y desde dónde habla. Este año pusimos en tela de debate al deseo. La invitación a corrernos de un lugar padeciente y victimizante que se construye por oposición a la maternidad, para reivindicar lo que sí queremos: ser soberanas de nuestros cuerpos. ¿Seremos las personas gestantes y los feminismos los sujetos históricos que delineemos qué futuro queremos? ¿O volverán a legislar desde las bancas a espaldas de la calle, desdibujando nuestras voces y genealogías? Soñamos un mundo que abrace cada uno de nuestros deseos.